Durante años, el chocolate ha sido injustamente acusado de ser el causante de brotes de acné, llevándonos a renunciar a este placer culpable para mantener una piel sana. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que esta relación no es tan directa como se pensaba. A pesar de la creencia popular, el chocolate no origina ni agrava el acné. ¿Cuál es entonces la verdadera influencia del chocolate en nuestra piel?

Contrario a la creencia popular, el chocolate no es el enemigo número uno de una piel saludable ni el causante directo del acné. Aunque a menudo se le señala como responsable de brotes de granitos, la ciencia respalda que no existe una relación directa entre el consumo de chocolate y el desarrollo de acné. Sin embargo, esto no significa que quienes tienen tendencia acneica puedan consumirlo sin moderación.

chocolate acne

Según la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el problema no radica en el chocolate en sí, sino en el índice glucémico de los alimentos que consumimos junto a él. El índice glucémico mide la capacidad de los alimentos para elevar el nivel de glucosa en la sangre, y un aumento brusco de estos niveles puede desencadenar procesos inflamatorios que, en algunas personas, podrían empeorar el acné. Alimentos como el pan, el arroz, el azúcar o las harinas refinadas, especialmente aquellos sometidos a procesos de conservación que incluyen aditivos y conservantes, son los verdaderos culpables de estos efectos adversos en la piel.

En resumen, el mito de que el chocolate causa acné ha sido desmentido por la ciencia. Mientras mantengas una alimentación balanceada y optes por chocolates con alto contenido de cacao, no hay razón para privarte de este placer. Así que la próxima vez que te apetezca un trozo de chocolate negro, disfrútalo sin remordimientos y con la tranquilidad de saber que no pondrá en riesgo la salud de tu piel.

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