
A pesar de que Carrillo aún no ha recibido una respuesta oficial del presidente Petro, la renuncia del director de la UNGRD subraya la profunda crisis que atraviesa el gobierno, marcada por desacuerdos internos y falta de consenso en decisiones clave. Esta renuncia es la última de una serie de gestos protocolarios en medio de la creciente presión sobre el gobierno de Petro, quien enfrenta cuestionamientos sobre la transparencia y las dinámicas de su administración.
Mientras tanto, el país sigue a la espera de cómo se resolverá la tensión dentro del Gabinete, con algunos ministros y directores públicos que también han expresado su preocupación por las decisiones tomadas en el Consejo de Ministros. Sin duda, este será un tema crucial que continuará generando debate en la opinión pública.