Chile vuelve a la calma tras el apagón eléctrico que dejó sin suministro a millones de personas el martes. La falla en una línea de transmisión en el norte del país provocó un colapso en el sistema eléctrico, obligando al gobierno a decretar estado de excepción y toque de queda nocturno. La crisis afectó sectores clave como el comercio, el transporte y la banca.
El presidente Gabriel Boric calificó la situación como «indignante» y responsabilizó a la empresa ISA InterChile, encargada de la transmisión de la energía. “No es tolerable que una falla afecte la vida cotidiana de millones de chilenos”, afirmó. El mandatario anunció investigaciones para esclarecer el incidente y determinar posibles sanciones.
El apagón causó caos en las principales ciudades, especialmente en Santiago, donde semáforos apagados y un metro paralizado colapsaron el tráfico. Además, se suspendió la tercera noche del Festival de Viña del Mar, uno de los eventos más importantes del país. A pesar de la gravedad de la situación, los hospitales lograron mantener su operación con plantas de emergencia.
Las autoridades informaron que el servicio fue restablecido en su totalidad, aunque con algunas inestabilidades. El Coordinador Eléctrico Nacional aseguró que investigará las causas del apagón y tomará medidas para evitar futuras fallas de esta magnitud.