El Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos devolvió a Brasil 21 ranas de la especie Adelphobates galactonotus, también conocida como rana punta de flecha (o “sapos ponta-de-flecha” en portugués). Las ranas se trasladaron ilegalmente hacia los Estados Unidos en 2018 y fueron incautadas en el aeropuerto internacional de Miami. Los inspectores de fauna les pidieron a los expertos de Disney’s Animal Kingdom que cuidaran de las ranas mientras investigaban y procesaban su confiscación en virtud de la Ley Lacey de los Estados Unidos.

“Estoy muy orgulloso del papel que tuvo el Servicio en devolver a su hogar a esta especie de rana venenosa de morfo azul que es muy poco común y está protegida”, dijo Edward Grace, subdirector de la Oficina de Aplicación de la Ley. “Este viaje extraordinario se debe a la diligencia de nuestros inspectores de fauna y al trabajo conjunto entre nuestro agregado de Brasil y funcionarios del Departamento de Estado, el Departamento de Agricultura y el Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, Disney’s Animal Kingdom y nuestros pares en Brasil. Gracias a su trabajo, estas ranas fueron rescatadas del comercio ilegal de mascotas, Disney las cuidó y, luego, regresaron a su hogar en Brasil, donde pertenecen”.

 

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“En Disney, tenemos el compromiso de proteger a la vida silvestre de todo el mundo”, afirma el Dr. Mark Penning, Vice President, Disney’s Animals, Science and Environment, Disney Parks. “Cuando el Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos se comunicó con nosotros, nos vimos obligados a participar y ayudar, ya que sabíamos que podíamos brindar el mejor cuidado posible a estas ranas hasta que pudieran, con el tiempo, regresar a casa”.

Durante más de dos años, las ranas fueron cuidadas en Disney’s Animal Kingdom y ahora volverán a su hogar, a Brasil, donde el zoológico de San Pablo las recibirá y cuidará. Después de la cuarentena de 60 días, el público podrá visitarlas y aprender más sobre esta especie única y colorida de la selva tropical.

 

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Su regreso fue posible gracias a la colaboración entre el Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos y autoridades brasileras que luchan contra el tráfico ilegal de fauna, como el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA). En 2018, una importación comercial de ranas de esta especie llegó al aeropuerto internacional de Miami desde Europa. Los inspectores de fauna del Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos revisaron el envío y encontraron ranas endémicas de los afluentes del sur del río Amazonas. La especie recibe el nombre por su capacidad única de excretar venenos tóxicos como mecanismo de protección en la selva, que, a menudo, utilizan los pueblos indígenas, que usan las toxinas para recubrir dardos y puntas de flecha para aumentar el éxito en la caza de subsistencia.

La ley de Brasil establece que es ilegal retirar estas especies de su hábitat natural, venderlas comercialmente o incluso tenerlas en cautiverio sin permiso explícito de la autoridad ambiental de Brasil, IBAMA, el que suele otorgarse únicamente a instituciones científicas. Además, estas especies están protegidas internacionalmente, ya que están incluidas en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). La travesía de estas ranas destaca la importancia de las asociaciones entre entidades privadas y públicas, y de la colaboración internacional para luchar contra el tráfico global de vida silvestre y para proteger y conservar especies en peligro de extinción.

Según la ONG brasileña Renctas, el tráfico ilegal de fauna en Brasil supera los 2.000 millones de dólares por año y es el tercer comercio ilícito más rentable del mundo después de las drogas y las armas.

 

 

 

El Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos devolvió a Brasil 21 ranas de la especie Adelphobates galactonotus, también conocida como rana punta de flecha (o “sapos ponta-de-flecha” en portugués). Las ranas se trasladaron ilegalmente hacia los Estados Unidos en 2018 y fueron incautadas en el aeropuerto internacional de Miami. Los inspectores de fauna les pidieron a los expertos de Disney’s Animal Kingdom que cuidaran de las ranas mientras investigaban y procesaban su confiscación en virtud de la Ley Lacey de los Estados Unidos.

“Estoy muy orgulloso del papel que tuvo el Servicio en devolver a su hogar a esta especie de rana venenosa de morfo azul que es muy poco común y está protegida”, dijo Edward Grace, subdirector de la Oficina de Aplicación de la Ley. “Este viaje extraordinario se debe a la diligencia de nuestros inspectores de fauna y al trabajo conjunto entre nuestro agregado de Brasil y funcionarios del Departamento de Estado, el Departamento de Agricultura y el Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, Disney’s Animal Kingdom y nuestros pares en Brasil. Gracias a su trabajo, estas ranas fueron rescatadas del comercio ilegal de mascotas, Disney las cuidó y, luego, regresaron a su hogar en Brasil, donde pertenecen”.

 

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“En Disney, tenemos el compromiso de proteger a la vida silvestre de todo el mundo”, afirma el Dr. Mark Penning, Vice President, Disney’s Animals, Science and Environment, Disney Parks. “Cuando el Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos se comunicó con nosotros, nos vimos obligados a participar y ayudar, ya que sabíamos que podíamos brindar el mejor cuidado posible a estas ranas hasta que pudieran, con el tiempo, regresar a casa”.

Durante más de dos años, las ranas fueron cuidadas en Disney’s Animal Kingdom y ahora volverán a su hogar, a Brasil, donde el zoológico de San Pablo las recibirá y cuidará. Después de la cuarentena de 60 días, el público podrá visitarlas y aprender más sobre esta especie única y colorida de la selva tropical.

 

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Su regreso fue posible gracias a la colaboración entre el Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos y autoridades brasileras que luchan contra el tráfico ilegal de fauna, como el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA). En 2018, una importación comercial de ranas de esta especie llegó al aeropuerto internacional de Miami desde Europa. Los inspectores de fauna del Servicio de Pesca y Fauna de los Estados Unidos revisaron el envío y encontraron ranas endémicas de los afluentes del sur del río Amazonas. La especie recibe el nombre por su capacidad única de excretar venenos tóxicos como mecanismo de protección en la selva, que, a menudo, utilizan los pueblos indígenas, que usan las toxinas para recubrir dardos y puntas de flecha para aumentar el éxito en la caza de subsistencia.

La ley de Brasil establece que es ilegal retirar estas especies de su hábitat natural, venderlas comercialmente o incluso tenerlas en cautiverio sin permiso explícito de la autoridad ambiental de Brasil, IBAMA, el que suele otorgarse únicamente a instituciones científicas. Además, estas especies están protegidas internacionalmente, ya que están incluidas en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). La travesía de estas ranas destaca la importancia de las asociaciones entre entidades privadas y públicas, y de la colaboración internacional para luchar contra el tráfico global de vida silvestre y para proteger y conservar especies en peligro de extinción.

Según la ONG brasileña Renctas, el tráfico ilegal de fauna en Brasil supera los 2.000 millones de dólares por año y es el tercer comercio ilícito más rentable del mundo después de las drogas y las armas.

 

 

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