El cuidado de los dientes en los niños es una tarea que requiere acompañamiento de un especialista, pero también de los padres, sobre todo en el cepillado de dientes pues en ocasiones dejan a los niños cepillarse por su cuenta sin que tengan aún las habilidades para hacerlo. Lina María Chemas, odontopediatra adscrita a Colsanitas, explica que:
“La importancia de la salud oral debe asesorarse por un especialista, pero se determina de acuerdo con el seguimiento y el cuidado que tengan los padres en casa” Por esta razón, comparte 5 consejos:
1, Cepillar los dientes tres veces al día y usar hilo dental todas las noches, siempre con ayuda de una persona adulta.
El odontopediatra indicará en qué momento el niño estará listo para hacerlo completamente solo. Mientras tanto se pueden dar espacios en los que haga independientemente algunas cosas, pero debe repasarlo un adulto.
- Reducir el exceso de azúcar y tener una dieta balanceada.
Los azúcares deterioran el esmalte de los dientes y favorecen la aparición de caries así que entre más se consuman alimentos naturales como frutas y verduras mejor será la higiene oral. “Esto pasa porque por ejemplo los dulces de consistencia pegajosa como chicles, gomitas o frunas disparan el riesgo de aparición de caries” explica la odontopediatra.
- Utilizar los elementos de higiene oral adecuados para la edad del niño
En general el mejor cepillo de dientes es aquel que tiene cerdas suaves y de un tamaño acorde a la edad del niño. Sin embargo, la odontopediatra Chemas hace énfasis en que la selección debe hacerse de acuerdo con la asesoría del especialista; no recomienda los cepillos eléctricos pero la especialista explica que pueden ser una buena alternativa cuando el niño no acepta el cepillo tradicional.
En cuanto al uso de flúor en las cremas dentales, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), se recomienda usar una «pizca» de crema dental con flúor dos veces al día desde que aparece el primer diente, hasta que los niños cumplen tres años, y al cumplir esta edad, sugiere que la cantidad de pasta dental con flúor sea del tamaño de un frijol.
- Visitar al odontopediatra periódicamente
Lo ideal es asistir a control cada seis meses, pero puede cambiar dependiendo del riesgo de caries y de las particularidades de cada paciente. “Debemos estar atentos a los procesos, por ejemplo, el del recambio dental, que sucede entre los seis y los doce años, para detectar alteraciones”, añade la especialista.
- Identificar los factores que inciden en el riego de caries
Existen alteraciones dentales de nacimiento que no son responsabilidad ni del paciente ni de sus padres, o condiciones sistémicas por algún síndrome o condiciones de base. Sin embargo, están los hábitos de higiene oral, que aumentan o disminuyen el riesgo combinando las alteraciones que el paciente pueda tener. “Por ejemplo hay pacientes con un esmalte menos blanco. Esto quiere decir que tiene menos minerales y que es más susceptible a romperse, entonces tenemos un alto riesgo de aparición de caries” añade Chema
Es cierto que en ocasiones tener una rutina de cuidado oral se torna tedioso, pues en las noches es cuando los padres están más cansados y deben armarse de paciencia para repetir los mismos consejos, pero la guía de los padres determinará la higiene y buena salud oral de los niños y así, evitar complicaciones más adelante.