Hay personas que comerían cualquier cosa si se lo sirvieran con una capa crujiente y calentita recién sacada del aceite. Sin embargo, comer demasiadas frituras es dañino para la salud, pues un consumo excesivo de grasas en la alimentación se ha relacionado con el aumento del riesgo de obesidad, especialmente con adiposidad abdominal, que es determinante de la resistencia a la insulina y representa el factor de riesgo más importante para diabetes tipo 2, síndrome metabólico, riesgo elevado de enfermedad cardiovascular y muerte prematura.
En esta ocasión te traemos otras alternativas para evitar frituras, esto te permitirá reducir la frecuencia con que comes alimentos fritos sin renunciar a un sabor y una textura agradables, así disfrutarás la comida y a la vez cuidarás tu salud.
- PARRILLA: Más apropiada para alimentos que no requieren mucho tiempo para cocinarse. Para los cortes gruesos o las carnes que llevan más tiempo, como el pollo o el cerdo, combina la parrilla con el fuego indirecto y solo dales más calor para dorarlas. Aquí también puedes preparar verduras.
- SOFREÍR AL ESTILO WOK: Con una sartén wok, solo necesitarás una mínima fracción de la grasa que usas para freír de manera tradicional. Ten presente que con este método se deben usar aceites que resistan altas temperaturas sin quemarse, como el de maní, y cortar los alimentos en trozos o tiras pequeños para que se cocinen rápido.
- ASAR: Asa las carnes a no más de 350 grados para que se mantengan más jugosa y pierdan menos nutrientes. Al final le puedes aplicar unos minutos de calor fuerte con el gratinador para que la piel se ponga crujiente. Usa una bandeja doble con hendiduras para que deje salir parte de la grasa.
- SIN ACEITE O CASI SIN ACEITE. Busca recetas de verduras rebozadas que se puedan hacer al horno, con una ligera capa de grasa en una bandeja para evitar que se peguen. Si cocinas a altas temperaturas durante poco tiempo, el resultado será una capa crujiente como si hubieras frito, pero sin la grasa.