Son innumerables las cualidades que ha traído consigo la transformación digital. La era actual permite que las personas tengan a su alcance nuevas tecnologías y soluciones, más datos, un aumento de la colaboración y de la interconexión, nuevas alianzas y nuevas startups.

De acuerdo con las menciones hechas por el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la actualidad “no solo estamos luchando contra una epidemia, estamos luchando contra una infodemia» y ahí radica una de las grandes afectaciones no del internet, sino del uso inadecuado que hacen los usuarios de él, LA INFOXICACIÓN.

Según el decano de la facultad de Diseño, Comunicación y Bellas Artes de Areandina, Eduardo Sánchez Navarro, si a usted le genera ansiedad, angustia, o agobio el acceder a una cantidad excesiva de información en la red, usted padece de infoxicación, lo que para él es una de las enfermedades digitales más comunes hoy en día.

“Esto se da porque vivimos en un contexto en el que tenemos acceso a todo tipo de información, la inmediatez ‘manda la parada’, tenemos las herramientas tecnológicas para estar informados continuamente y sobre todo queremos saber de manera permanente y rápida qué sucede en nuestro entorno”, señaló Sánchez.

Para el experto, la poca capacidad de gestionar la información en las plataformas digitales puede generar estrés a largo plazo, afectando la concentración y el rendimiento a la hora de acceder a la información que circula en las redes sociales.

Conforme con datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, MinTIC, Colombia es uno de los países con más usuarios en redes sociales, alrededor de 15 millones de colombianos acceden a la plataforma de Facebook y alrededor de 6 millones a Twitter.

Estas plataformas que cuentan con una infinidad de bondades también plantean grandes retos para los consumidores digitales, ya que al generar una comunicación bidireccional permite que a través de ellas se hagan virales rumores y fakenews.

“Las redes sociales a diario son testigo del flujo de información de millones de cibernautas que opinan sobre política, ciencia o economía pero que en algunos casos no cuentan con las bases académicas o profesionales necesarias que los capacite para evaluar datos, interpretar estadísticas y comunicarlo de forma asertiva y responsable”, aseveró Sánchez.

Para él, la comunicación social y el periodismo más allá de ser un oficio es una herramienta de sumo valor para construir una opinión pública objetiva y con criterio en medio de una revolución tecnológica en donde existen múltiples fuentes de información. Considera, además, que estas nuevas generaciones de comunicadores sociales deben hacer una búsqueda confiable de fuentes, contrastar realidades, que indaguen a fondo sobre los hechos y que sean canales hacedores de la verdad. Este es en últimas el sentido social de esta profesión, liderar verdaderos procesos de transformación en la sociedad propiciando espacios y contenidos de alto valor editorial.

“En Areandina entendemos las dinámicas de la Cuarta Revolución Industrial, hoy tenemos un programa de Comunicación Social con un enfoque digital, con el cual buscamos entre otras cosas, formar profesionales con las aptitudes para enfrentar los desafíos de la era digital, exaltando el valor y relevancia de esta profesión no solo en nuestro territorio sino en un mundo cada vez más globalizado”, añadió el experto.

De igual manera aconseja a nivel individual, aprender a consumir medios, tener la oportunidad de contrastar informaciones y determinar con criterio que tipo de contenido es más confiable, pautas que para su concepto pueden ayudar a manejar el flujo excesivo de información a la que se accede y así evitar las afectaciones de la infoxicación.

 

 

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