Halitosis (comúnmente “mal aliento”) es un término médico usado para describir cualquier olor desagradable en el aire exhalado por la boca o la nariz. El término deriva del latín “halitus” (aire espirado) y del griego “osis” (alteración patológica). En la sociedad actual la imagen y las relaciones interpersonales tienen cada vez más importancia. Cuando un estímulo olfativo nos resulta desagradable, es percibido como algo antiestético e incluso molesto.
TIPOS DE HALITOSIS:
– Genuina o transitoria: es puntual y suele darse nada más despertar, provocada por la reducción del flujo salival durante el sueño y varias horas sin comer. Alimentos fuertes como el ajo o la cebolla también pueden desencadenarla temporalmente.
– Persistente: Este tipo de mal aliento no logra solucionarse con métodos de higiene tradicionales, sino que necesitan un tratamiento específico, según el diagnóstico. Esta halitosis puede ser oral o extra-oral.
– Halitosis Imaginaria: También designada como pseudohalitosis, se trata de una condición en la que no existe halitosis. Sin embargo, el paciente se queja insistentemente de su halitosis en base a su autopercepción. Esta condición puede llegar a convertirse en una obsesión (halitofobia)
Aunque muchas personas asocian el mal aliento con la manifestación de un problema físico, la mayoría de los afectados está mucho más preocupado por las consecuencias sociales de padecer halitosis que por la parte física. De hecho, la conciencia de las personas que sufren halitosis suele causar importantes efectos psicológicos, pudiendo generar desde un impacto moderado hasta un trastorno total de la vida del paciente.
CONSEJOS PARA PREVENIR LA HALITOSIS:
Beber agua de forma frecuente para favorecer la hidratación de la boca. .
Cepillar los dientes después de cada comida y, en caso de que no sea posible, masticar chicles sin azúcar. .
Utilizar hilo dental para eliminar la comida que queda entre los dientes. .
Hacer uso de enjuagues bucales también ayuda a combatir los restos de alimentos tras las comidas.
Consumir de forma moderada alimentos y bebidas proclives a la generación de halitosis como el alcohol, el café, el ajo, la cebolla…y evitar el tabaco, con posibles efectos bucodentales mucho más negativos.
Acudir al odontólogo con cierta regularidad, al menos una vez al año, para prevenir las caries u otras afecciones dentales.
El consumo de chicles antimicrobianos y/o probióticos puede ser eficaz a corto plazo y solo cuando la causa de mal aliento es intra-oral.
REMEDIOS NATURALES
Aunque los remedios naturales pueden no surtir efecto en todo el mundo y es necesario establecer el origen de su tipo de halitosis mediante un diagnóstico personal, el experto explica que existen ciertos alimentos como la ciruela japonesa umeboshi que sirven como estimulante salival, reduciendo el mal aliento. Desde el Instituto del Aliento sugieren algunos remedios naturales que pueden ser eficaces pero con efectos de corta duración:
1. Plantas aromáticas en infusión
Puedes tomar menta, romero, hinojo o anís en infusión varias veces al día. También te puede ser útil el tomillo, que es anti infeccioso y antiinflamatorio. Además de beberte la infusión, se recomienda hacer enjuagues con ella.
2. Perejil
Gracias a sus polifenoles y clorofila, el perejil es antibacteriano y mejora la digestión del ajo. Se mastica fresco.
3. Especias para después de comer
Masticar clavo de olor, cardamomo o hinojodespués de las comidas te ayuda a combatir el mal aliento.
4. Prebióticos y probióticos
Tanto las fibras fermentables como los probióticos te ayudan a mejorar el equilibrio de la flora intestinal y oral, lo que reduce la proliferación de bacterias que provocan mal aliento.
5. Unas gotitas de aceite esencial
Algunos aceites esenciales pueden ser de gran ayuda. Se diluyen 2 o 3 gotas de menta piperita, albahaca exótica o árbol de té en una cucharadita de aceite de oliva y se toman después de comer.