Según CBRE, multinacional de bienes raíces, con sede en las principales ciudades del país, la aparición del coronavirus ha dado lugar a la aceleración de algunos procesos de cambio que ya estaban en marcha en muchas empresas. Podríamos decir que el COVID-19 ha propiciado la definitiva implantación de tecnologías que permiten simplificar tareas y optimizar recursos.

“Convertimos el desafío de la pandemia en grandes casos de éxito al utilizar la tecnología a nuestro favor en cada proyecto. Desarrollamos e hicimos uso de aplicativos con tecnología interactiva 3D, que redefine completamente la experiencia de visualizar el espacio físico, simulando todas las adecuaciones. Podemos realizar recorridos interactivos y virtuales en realidad aumentada, en donde las personas pueden explorar tanto el espacio como los entornos exteriores desde cualquier ubicación remota. Se trata de generar soluciones disruptivas que aporten valor al sector y a la sociedad en general”, señala Juan Sebastián Álvarez, Director de Avalúos y Consultoría de CBRE Colombia.

 Cambio y transformación

Durante la crisis del coronavirus estamos viendo cómo se están transformando los espacios. Y cuando decimos transformando, nos referimos a diversificando un espacio. Hoteles, edificios de oficinas, parqueaderos, entre otros. Ahora pueden ser puestos de trabajo a disposición de nuevos usuarios. Esa gestión de “alquiler por unas horas” puede suponer un impacto muy grande en la forma en la que hasta ahora se administraba ese activo. Por ello, su automatización mediante aplicaciones o herramientas, sin necesidad de que haya una persona o equipo dedicado a ello, facilita la rápida adaptación a las exigencias del momento.

También con la afectación de la pandemia al sector inmobiliario, el mercado de compraventa de viviendas ha tenido que reinventarse; como las tasaciones de vivienda, que ya pueden realizarse de forma automática a través de una web.

Por otro lado, esta coyuntura económica ha hecho que muchos sectores se hayan visto obligados a continuar invirtiendo para evitar que sus negocios mueran del todo. Los centros comerciales, por ejemplo, que han sufrido tanto estos últimos meses, gracias a la automatización pueden continuar invirtiendo en marketing y realizando campañas sin la necesidad de que todo el equipo esté de cuerpo presente.

 Eficiencia 3.0

Donde antes un equipo dedicaba gran parte del trabajo a la manipulación de documentos físicos, por ejemplo, la optimización y digitalización de procesos ha supuesto un antes y un después. Ya no es viable tener a una o varias personas de un equipo ocupadas en tareas que pueden ser realizadas de forma automática.

Tecnologías como RPA, OCR o interfaces de comunicación entre sistemas suponen la automatización de tareas sencillas, repetitivas y de poco valor añadido. En CBRE, se utilizan estas tecnologías, que permiten además de optimizar recursos, ser más competitivos y reducir los tiempos de reacción para la toma de decisiones, facilitando el acceso en tiempo real a la documentación generada por los activos, clientes, usuarios, etc.

Así, y con una primera aproximación a la robotización, se ha conseguido que por cada peso invertido en esta tecnología, se obtenga un retorno de lo ahorrado.

 ¿Tecnología vs empleado?

Con todo esto, se podría pensar que la robotización y la digitalización juegan en contra de los equipos humanos. Muy al contrario, pues ahora la tecnología permite a los empleados dedicar su tiempo y esfuerzo a la verdadera generación de valor añadido. Las tareas mecánicas y repetitivas pasan a las aplicaciones y a los sistemas de digitalización de datos. Escanear documentos, dar de alta facturas de forma manual, etc.

Gracias a esta tecnología los empleados podrán invertir su jornada laboral en otras tareas más enriquecedoras como la toma de decisiones en base a informes automatizados. Esto contribuirá al aumento de su motivación, al mismo tiempo que hace más eficiente a la empresa en su asignación de recursos.

 

 

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