El ballet es una danza que ha trascendido fronteras, originándose en Europa, pero fusionándose con las tradiciones de diferentes países y culturas alrededor del mundo. Esta conexión cultural ha dado lugar a los ballets folclóricos, una modalidad que combina la técnica clásica del ballet con los movimientos y ritmos autóctonos de diversas naciones. Así, el ballet no solo mantiene su esencia europea, sino que se convierte en un vehículo de expresión global, celebrando las riquezas culturales de diferentes pueblos.

 

En Bogotá, la danza clásica ha cobrado fuerza, siendo un pilar fundamental en la formación artística de niños y jóvenes. A lo largo de los años, el ballet ha demostrado ser un instrumento poderoso para la educación física y artística, integrándose de manera efectiva en el currículo de varias instituciones. Además, el ballet folclórico ha ganado protagonismo, enriqueciendo el panorama cultural y mostrando el ballet como una danza inclusiva, que honra la diversidad cultural del país.

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BALLET

Algunas academia han trascendido asi es el caso de Faryshnikov Ballet que nace con la misión de formar artistas integrales y de alto nivel técnico. Fundada por Fabián Hernández, quien ha sido parte de importantes instituciones como el Ballet Anna Pavlova y Danza Experimental de Bogotá, la escuela busca ofrecer un espacio donde los estudiantes puedan desarrollar su talento artístico, mientras exploran nuevas formas de expresión y danzas fusionadas. A pesar de las adversidades que enfrentó en su vida personal, Fabián encontró en sus estudiantes la motivación para crear este proyecto que hoy busca consolidarse como uno de los referentes del ballet en Bogotá.

La visión de Faryshnikov Ballet  es contribuir a la difusión del ballet en Colombia y en el mundo, brindando una formación sólida y de calidad a los artistas del futuro. Con un enfoque en la innovación y el respeto por las tradiciones, esta escuela busca trascender los límites de la danza clásica y, al mismo tiempo, mantener vivas las tradiciones artísticas y culturales. Su compromiso es formar no solo bailarines, sino también embajadores del arte, que con cada movimiento, cada paso, puedan dejar una huella perdurable en el mundo del ballet y la cultura.

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